El Mayorazgo de San Sebastián o de los Brizuela y Doria - (Entorno familiar y político de Isora Ocampo Dávila, 2ª nota)
Aguila imperial del escudo de armas de la Familia Doria
[Ella nació y se formó en el seno del Mayorazgo...]
[1] “Nobleza y élites tradicionales análogas, Revolución y Contra-revolución en las tres Américas”, Apéndice hispanoamericano de “Nobleza y élites tradicionales análogas en las alocuciones de Pío XII al Patriciado y la Nobleza romana” de Plinio Corrêa de Oliveira, Ed. Fernando III, el Santo, Madrid, 1995.
[2] Elena Brizuela y Doria de Mesquita, “Los Brizuela y Doria y el testamento fundacional”, Tucumán, 2004, Congreso Nac. de Genealogía.
El cerro Famatina - al pie de sus cumbres nevadas nació Isora Ocampo Dávila, en el Puesto "La Pampa" de su abuelo, Ramón Brizuela y Doria
[Ella nació y se formó en el seno del Mayorazgo...]
Esta institución tenía raíces medievales europeas; los conquistadores españoles la trasladaron a América ([1]). En ambas familias de Isora existió. Los Ortíz de Ocampo heredaron el Mayorazgo de Totos, en Córdoba, fundado por Juan Gregorio Bazán de Pedraza en 1714, hasta la segunda mitad del siglo XIX.
El de Sañogasta fue fundado en 1663 por disposición testamentaria del General Pedro Nicolás de Brizuela –original de Castilla la Vieja-, y su mujer doña Mariana Doria, hija de españoles nacida en La Rioja; tuvo vigencia desde 1674 -cuando murió don Pedro Nicolás- hasta 1917.
Los fundadores establecían normas puntuales, de cuyo cumplimiento en gran parte dependía su perduración. Fue el caso de este Vinculado, que resistió a pie firme los avatares de las nuevas ideas de la Revolución Francesa, la Asamblea del año XIII, la abolición de títulos de nobleza, hasta la segunda década del siglo XX.
Una de las normas a cumplir era que el Vínculo o Señor debía apellidarse “Brizuela y Doria” sin agregar ni quitar ninguno, so pena de perder la titularidad. Por eso es que doña Solana, hija única de José Ramón, apellidaba Dávila, pero al morir su padre y hacerse cargo del Vínculo adoptó el “Brizuela y Doria”. Todos sus hijos firmaron Ocampo como don Amaranto, pero el mayor, al fallecer su madre cumplió la norma “sine qua non” ([2]).
El titular administraba, organizaba, disponía y velaba por la mantención y mejoramiento de la estancia de San Sebastián, sede del Vinculado, y del resto del patrimonio; daba cobijo, protección y trabajo a toda la familia, y contribuía al progreso regional. No debía enajenar ni dividir la propiedad vinculada, en cambio sí acrecentarla.
La situación daba prestigio y amplio campo de acción en la política provincial.
El de Sañogasta fue fundado en 1663 por disposición testamentaria del General Pedro Nicolás de Brizuela –original de Castilla la Vieja-, y su mujer doña Mariana Doria, hija de españoles nacida en La Rioja; tuvo vigencia desde 1674 -cuando murió don Pedro Nicolás- hasta 1917.
Los fundadores establecían normas puntuales, de cuyo cumplimiento en gran parte dependía su perduración. Fue el caso de este Vinculado, que resistió a pie firme los avatares de las nuevas ideas de la Revolución Francesa, la Asamblea del año XIII, la abolición de títulos de nobleza, hasta la segunda década del siglo XX.
Una de las normas a cumplir era que el Vínculo o Señor debía apellidarse “Brizuela y Doria” sin agregar ni quitar ninguno, so pena de perder la titularidad. Por eso es que doña Solana, hija única de José Ramón, apellidaba Dávila, pero al morir su padre y hacerse cargo del Vínculo adoptó el “Brizuela y Doria”. Todos sus hijos firmaron Ocampo como don Amaranto, pero el mayor, al fallecer su madre cumplió la norma “sine qua non” ([2]).
El titular administraba, organizaba, disponía y velaba por la mantención y mejoramiento de la estancia de San Sebastián, sede del Vinculado, y del resto del patrimonio; daba cobijo, protección y trabajo a toda la familia, y contribuía al progreso regional. No debía enajenar ni dividir la propiedad vinculada, en cambio sí acrecentarla.
La situación daba prestigio y amplio campo de acción en la política provincial.
[1] “Nobleza y élites tradicionales análogas, Revolución y Contra-revolución en las tres Américas”, Apéndice hispanoamericano de “Nobleza y élites tradicionales análogas en las alocuciones de Pío XII al Patriciado y la Nobleza romana” de Plinio Corrêa de Oliveira, Ed. Fernando III, el Santo, Madrid, 1995.
[2] Elena Brizuela y Doria de Mesquita, “Los Brizuela y Doria y el testamento fundacional”, Tucumán, 2004, Congreso Nac. de Genealogía.
1 Comments:
Muy buen artículo!!!!
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