Via crucis en Sañogasta, como en los tiempos de Isora

Entrada al pueblo de Sañogasta, al pie del Nevado de Famatina

Cuenta en sus Memorias Sor Leonor de Santa María Ocampo Dávila (Isora), que cuando niña rezaba el via crucis en la plaza de Sañogasta. Más tarde, siendo monja catalina, regaló a la Iglesia de San Sebastián las estaciones que actualmente se veneran en la capilla, que ella personalmente armó en el Monasterio de Santa Catalina de Siena, en el que era monja de clausura, enviándolo a su pueblo con un hermano. Mientras preparaba los cuadros pisó un cristal, que se rompió, el que luego se arregló milagrosamente. Fue uno de los tantos favores sobrenaturales que el Divino Rey le concedió.

Nos alegra la continuidad en esta devoción, con tanto arraigo en el otrora Mayorazgo de San Sebastián. Actualmente, en Sañogasta, se rezan varios via crucis durante Semana Santa. En los barrios de Chucuma y El Alto de los Alives, se lo hace en las estaciones construidas en piedra por los vecinos cuyas familias participan con Fe y devoción cada Jueves Santo a la noche.

Entre otras razones para rezarlo en este día, es para que puedan asistir los numerosos gauchos o "camperos" que en Semana Santa se van al cerro Famatina a atender sus haciendas.