LUCES DORADAS del TUCUMAN

Sitio de intercambio de información sobre la actualidad, historia y cultura argentina e iberoamericana, desde la región del Tucumán (NOA - La Rioja - Córdoba), en la que tuvo especial vigencia la civilización cristiana, orgánica y mariana de la Argentina auténtica. Su Tradición viva se enriquece con el paso del tiempo. Ayúdenos a descubrir y defender nuestra identidad. E-mail: civilizacioncristianaymariana@gmail.com

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Nombre: El Alférez
Ubicación: Noroeste, Argentina

jueves, octubre 06, 2005


De San Sebastián a Londres (II)

De Tucumán a Salta, la historia brota de los nombres: Trancas Viejo, Rosario de la Frontera, Metán, Yatasto, Cruz Quemada, el río Mojotoro donde ocurrió –nos cuenta Ercilia Navamuel- la “tragedia de Siancas”. La que dejó huérfano al Tucumán de uno de sus más grandes hombres, cuyos descendientes, indefensos, fueron guiados a la ciudad por un misterioso baqueano al que nunca podían alcanzar, que resultó ser “el Señor Santiago”. Con esta tragedia nace el histórico linaje de los Bazán de Pedraza. En Trancas Viejo y Metán hay huellas del paso de San Francisco Solano donde –como en Agua Santa y La Rioja- hizo brotar manantiales que evitaron su despoblamiento.
En Salta fuimos recibidos con afecto y hospitalidad por los Pérez Sáez y toda la “familia de almas” que gira en torno del estandarte de la hispanidad, que no es otro que el de la tradición católica hispanoamericana heredada de nuestros mayores. Lo recuerdan, en este tradicional hogar salteño, un Cristo en su trono con amable Majestad, un óleo cuzqueño de la Virgen y una encantadora imagen del “Niño de la Espina”. Devoción peruana que representa al Niño Dios en una sillita, sacándose una espina de la planta. ¿Qué misterios de Fe y qué trazos del alma americana reflejará?
Los días se pasaron volando en planes, gestiones y reuniones. Hubo tertulias en tradicionales solares y acogedoras casas a cuyos delicados anfitriones agradecemos de corazón, como así también a un veterano hispanista, gran conversador, con quien acometimos victoriosamente una respetable montaña de riquisimas mollejas debidamente regadas por un noble vino cafayateño.
Entusiasma la idea de una Jornada que tenga como centro nuestra cultura y el promisorio ideal de la civilización cristiana. Varias instituciones salteñas están adhiriendo, como el Instituto Güemesiano, la Asoc. Civil. Grignion de Montfort, la Sociedad Española de SS.MM., que tiene una espléndida sede. Se suman a las que se están adhiriendo de otras partes. La Jornada, a poco de haber levantado el “banderín de enganche”, ya cuenta con un atractivo abanico de conferencias sobre temas del pasado y de actualidad.
Entre los más activos difusores del evento se destaca nuestro amigo, escritor, periodista y contertulio, Andrés Mendieta. Difícil es recorrer más de 20 pasos en Salta sin encontrarse con infinidad de amistades que lo aprecian y saludan, con calma e intimidad que aún conservan muchas de nuestras ciudades del interior. Cada amigo recibía la correspondiente invitación.

Otro tanto pasaba en ruedas que se formaban a la salida de la Catedral. Es admirable ver la Fe católica de este pueblo, y la movimentación que hay por la proximidad de las Fiestas. El Señor y la Señora del Milagro habían sido retirados de sus altares y puestos en los “tronos”: inmensos doseles de terciopelo y oro a ambos costados del altar mayor. Era la familia salteña renovándose continuamente para venerar las sagradas imágenes, y éstas irradiando Luz y bendiciones, simbolizadas por los rayos de plata. La Virgen estrenaba un traje bellísimo, bordado en Sevilla y se encontraba sobre una base de plata labrada.
El ambiente era recogido, grande y sacral. Había filas largas de confesión, de grandes y jóvenes. No pocos salían de la Catedral con gesto emocionado. Todos pedían con Fe y confianza, comprendiendo que, cuando rezamos al Cristo o a la Virgen, nos atienden como si fuésemos la única persona, el único hijo existente en el mundo, estando ellos a nuestra entera disposición para oir, perdonar, conceder.