LUCES DORADAS del TUCUMAN

Sitio de intercambio de información sobre la actualidad, historia y cultura argentina e iberoamericana, desde la región del Tucumán (NOA - La Rioja - Córdoba), en la que tuvo especial vigencia la civilización cristiana, orgánica y mariana de la Argentina auténtica. Su Tradición viva se enriquece con el paso del tiempo. Ayúdenos a descubrir y defender nuestra identidad. E-mail: civilizacioncristianaymariana@gmail.com

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Nombre: El Alférez
Ubicación: Noroeste, Argentina

viernes, noviembre 03, 2006

PUNTOS CLAVE PARA UNA RESTAURACION DE LA ARGENTINA AUTENTICA




La Argentina profunda, Historia y Tradición

El tema que nos ocupa tiene dos aspectos:
La Argentina auténtica
La restauración
Habría mucho para decir de ambos, pero nos limitaremos a esbozar algunos puntos clave. Lejos están de conformar un programa de acción; sin embargo, son consideraciones que preparan acciones. Aplicadas a los diversos ámbitos, pueden ser vistas como acciones en estado germinativo.
La Argentina auténtica: ¿de qué manera podemos caracterizarla?¿cómo explicitar la idea que todos tenemos al respecto?
Podemos caracterizarla como la Argentina fiel a su tradición.
¿Qué es la tradición? Los Papas nos han ilustrado sobre este concepto fundamental. Es el legado de valores y costumbres que, rebosante de savia, se transmite de padres a hijos, el arado que una generación confía a las manos más vigorosas de la siguiente, la antorcha que un corredor entrega a su reemplazante en la posta. Presupone que todo orden de cosas auténtico y vivo camina rumbo al mejoramiento y la perfección. La Tradición es la suma del pasado con un presente afín, de manera que el día de hoy no sea la negación del de ayer, sino su armónica continuación (“Tradición, Familia, Propiedad – Un ideal, un lema, una gesta – La Cruzada del Siglo XX”,1990).
Es la condición fundamental del progreso. Pues no se puede progresar sin sumar, y esa suma de excelencias es la Tradición. El progreso sin la tradición es un emprendimiento temerario, un salto en la oscuridad. Sin ella, el progreso se transforma en barbarie organizada, enseña Pío XII.
Cabe preguntarse ahora: ¿cómo es la Tradición argentina?
Intentaremos responderlo, un poco abrumados por el tamaño casi oceánico del tema, que recuerda los esteros del Iberá, donde uno puede perderse fácilmente.
Recurrimos al auxilio ordenador de la Historia, pero nos topamos con una dificultad. En la escuela nos enseñaron que la patria nació en 1810. Aquí hay importantes matizaciones a hacer. Verdad es que allí comenzó a nacer la Argentina como estado independiente, concretado en julio de 1816 y consolidado con las épicas y sangrientas guerras de la Independencia, y las terribles convulsiones de las guerras civiles. Pero esa visión incompleta nos oculta que los orígenes de la Argentina datan de mucho antes: del período hispánico.
El acta de nacimiento de la Argentina como nación
Como sostienen colegas y amigos cordobeses, el acta de nacimiento de la Argentina como nación fue la fundación de su primera ciudad, la actual Santiago del Estero, que con justicia se honra de ser la Madre de Ciudades.

Pues de ella partieron las expediciones de conquistadores y pobladores, religiosos e indios amigos, caballos, vacas y haciendas menores, plantas y semillas, herramientas y armamentos, para fundar, en el signo de la Cruz, en el marco de la Cristiandad y en nombre del Rey Católico de España e Indias las ciudades que integraban la Gobernación del Tucumán. En tiempos de Aguirre, el Tucma era llamado Reino y Provincia del Nuevo Maestrazgo de Santiago y Nueva Tierra de Promisión, nombre lleno de significado.
En el litoral, desde la Asunción, se fundaban las ciudades de Santa Fe de la Vera Cruz, Buenos Aires y San Juan de Vera de las 7 Corrientes. En Cuyo, entonces dependiente de Chile, San Juan, San Luis y Mendoza, que a principios del 1700 pide su incorporación al Tucumán. Había afinidad por razones históricas y geográficas, vínculos varios, y a la contraofensiva común ante los embates de los guerreros calchaquíes.
Más abajo estaba la Patagonia infinita y la Tierra del Fuego, incorporadas desde temprano al Imperio por Magallanes, el marino más audaz de la Historia.
Nacía la Argentina, en los tiempos que hemos llamado nuestro siglo de oro fundacional (ca.1530-1630) y de plata, de consolidación (ca. 1630-1750).
Dos grandes historiadores –católico uno, revolucionario el otro- aportan un dato psicológico de gran importancia: no sólo nacían ciudades sino que se formaba una mentalidad, una manera de ver las cosas, de luchar, de reaccionar: se forjaba el alma argentina. La élite dirigente caballeresca, con sus linajes nobles y los ennoblecidos por sus altos servicios nobilitantes, tenía un sentido trascendente de la vida: estaba penetrada de la idea del señorío de Dios en el universo y en la patria, de la intercesión maternal de María, Reina de todo lo Creado por disposición divina; estaban convencidos de que su misión esencial como fieles vasallos era servir al bien común encarnado en “las dos Majestades”, el Papa y el Rey católico.
Subrayemos esos dos datos: la Argentina nació efectivamente con las primeras ciudades; en aquel instante histórico de trascendental grandeza, se forjaba el espíritu argentino que perduraría para siempre.
La nueva nación fue caracterizada como “una España de ultramar” (J. L. Romero). Estaba germinando su proceso formativo como lo describe un gran Autor: “...de repente aparece, delimitado en relación a los parientes más cercanos (...), un pueblo. Y dice: yo no soy mis raíces, soy yo mismo. Y a partir de ese momento comienza su andar de maduración en maduración, de verdad en verdad (...), de belleza en belleza, camino a las excelencias que Dios le llamó a expresar y a realizar dentro de la Historia” (“A Cavalaria nao morre”, extractos del pensamiento de Plinio Correa de Oliveira por Leo Daniele, p. 30).
* Profesor de Historia, Presidente del Centro de Estudios Históricos, Genealógicos y Heráldicos del Mayorazgo de San Sebastián de Sañogasta
Las fotos que ilustran esta nota son gentileza de www.welcomeargentina.com (Catedral y Aljibe - Santiago del Estero)