LUCES DORADAS del TUCUMAN

Sitio de intercambio de información sobre la actualidad, historia y cultura argentina e iberoamericana, desde la región del Tucumán (NOA - La Rioja - Córdoba), en la que tuvo especial vigencia la civilización cristiana, orgánica y mariana de la Argentina auténtica. Su Tradición viva se enriquece con el paso del tiempo. Ayúdenos a descubrir y defender nuestra identidad. E-mail: civilizacioncristianaymariana@gmail.com

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Nombre: El Alférez
Ubicación: Noroeste, Argentina

jueves, agosto 17, 2006

Listado de ponentes y entidades auspiciantes - II Jornadas de Cultura Hispanoamericana por la Civilización Cristiana

En homenaje a la Asunción de la Santísima Virgen María, Patrona de América y de la Argentina, damos a conocer el listado de ponentes de estas Jornadas en pro de la Civilización Cristiana y Mariana en Iberoamérica, y de las entidades auspiciantes

Centro Cultural Juan Ramírez de Velasco
Gobernador del Tucumán

II JORNADAS DE CULTURA HISPANOAMERICANA
POR LA CIVILIZACION CRISTIANA

Cabildo Histórico de Salta -
8 y 9 de septiembre de 2006
Declaradas de interés por la Hon. Cámara de Diputados
de la Provincia de Salta

Listado de Ponentes:
1. Pbro. Dr. Federico Premoli (Salta) - "España y la Batalla de Lepanto"
2. Prof. Elena Beatriz Brizuela y Doria de Mesquita (Sañogasta, La Rioja) - "Profecías de El Buen Suceso: en 1634, para nuestros días"
3. Prof. Alejandro Ezcurra Naón (Lima, Perú) -
I) "Dos grandes lances en defensa de la civilización cristiana, ante la Revolución Cultural neomarxista" - Presentación del N° 10 del Boletín "Tradición y Acción" II) Conferencia: "Hacia una nueva civilización cristiana - El Reino de María y su fundamento en las Sdas. Escrituras y la Tradición"
4. Prof. Margarita Fleming de Cornejo (Salta) - "Sabiduría de ayer que puede salvar el hoy"
5. Prof. Margarita González (Salta) - "El Justo Juez y el escapulario de Güemes"
6. Prof. Luis María Mesquita Errea (Sañogasta, La Rioja) - "Siglos de Fe en Argentina y América preanuncian un futuro glorioso"
7. Tesista de Antropología Pablo Mignone Gambetta (Salta) - "La antropología y la visión epifenoménica de Dios. Crítica alsecularismo científico".
8. Lic. Susana Amalia Mirande de Casal (Salta) - "La Virgen María e Hispanoamérica"
9. Dr. Félix Montilla Zavalía (San Miguel de Tucumán) - "La Constitución Nacional y la Iglesia Católica. De 1853 a 1994"
10. Prof. Ercilia Navamuel (Salta) - "La presencia de San Francisco Solano en Salta"
11. Profesores Vicente y Fanny Pérez Sáez (Salta) - "Pastoral del Obispo del Tucumán, año 1647"
12. Dr. Apolo Premoli (Salta) - "El Revdo. Padre fray Moisés Vicente Burela - Su obra misionera"
13. Prof. Ignacio Tejerina Carreras (Córdoba) - "¿A dónde va Iberoamérica hoy?"
14. Prof. Susana María Ulivarri (Salta) - "La Piedad Popular en la poesía de Salta: La Procesión del Milagro (de J.C. Dávalos)"
15. Lic. Silvia Varg de Nioi (Salta) - "Sobre el arte de vivir el testimonio católico en el siglo XXI"

Otras actividades previstas:
(previa a la Jornada) Consagración de las Jornadas a la Ssma. Virgen del Milagro
Trono de la Virgen - Catedral - Jueves 7 de septiembre a la tarde (horario a confirmar)
Homenaje de los participantes de las Jornadas a la Natividad de la Ssma. Virgen, "que alegró a todo el universo"
Cabildo histórico - 8 de septiembre (horario a confirmar)
Conjunto folclórico de la Parroquia N. Sra de los Ángeles, bajo la dirección de la Sra. Nora Calpanchay:
"Ilusión de Navidad" - Coro y Danza de las Cintas
Poesía "La Inmaculada" (a/c. Centro Cultural Ramírez de Velasco)
Exposición
Cabildo histórico
Sra. Julia Peña de Altamira - Exposición de dibujos y poesías del Concurso "Día del Niño por nacer"
Cabildo histórico (y Plaza 9 de julio)
Cambio de Guardia, evocación histórica tradicional a cargo de gauchos de la Policía de Salta (a confirmar)

Autoridades y entidades que adhieren o auspician las Jornadas:
Hon. Cámara de Diputados de Salta
Señor Director del Museo Histórico del Norte
Dirección de Cultura de la Municipalidad de Chilecito, La Rioja
Vice-Consulado de España en Salta
Federación Argentina de Genealogía y Heráldica
Instituto Salteño de Cultura Hispánica
Instituto Güemesiano de Salta
Asoc. Civil Grignion de Montfort, Salta
Cofradía Divisa Solar y Casa Real de la Piscina, Salta
Asociación Tradición y Acción por un Perú Mayor, Lima, Perú
Asoc. Cultural Santo Tomás de Aquino, Cuzco, Perú
Instituto Argentino de Cultura Hispánica de Córdoba
Centro de Estudios Genealógicos de Tucumán
Centro Cultural Querencia, Buenos Aires
Centro de Estudios Históricos, Genealógicos y Heráldicos del Mayorazgo de San Sebastián, Sañogasta, La Rioja
Defensa de la Civilización Cristiana - Revista "El Alférez", Sañogasta, La Rioja

lunes, agosto 14, 2006

12 de agosto de 1806


200 años de una gesta por la Fe y la Patria que los argentinos ganamos al amparo de la Virgen
En 1806 y 7, Inglaterra invade el Río de la Plata. La fidelidad del pueblo a sus Reyes sometidos por el emperador revolucionario Napoleón, y a su Fe, generará la reacción victoriosa de la Reconquista y la Defensa. Hasta los esclavos negros, según las actas del Cabildo, “derramaron su sangre y perdieron sus vidas en defensa de la Religión, el Rey y la Patria” (Bruno, ibid., p. 113/14).
Los argentinos empuñan las armas para defender las libertades y sobre todo la Fe en peligro y se confían a la Virgen del Rosario, de la Reconquista y Defensa. La reacción vigorosa y espontánea tiene tintes de cruzada religiosa, como si hubiésemos nacido para la defensa heroica de la Fe.
Algunos pormenores reflejan claramente el carácter de cruzada que afirman autores como el P. Cayetano Bruno:
· la decepción de nuestros guerreros en la I Invasión al ver que los ingleses se han apoderado de la plaza; el aire se llena de sonidos extraños cuando rompen sus armas en señal de inconformidad, gritando “¡traición! ¡traición!”
· el avance de las fuerzas de Olavarría y Pueyrredón, que tendrán su bautismo de fuego en las chacras de Perdriel, enarbolando el Estandarte del Rey y de la Virgen de Luján;
· el voto que, indignado ante la suspensión de los acostumbrados honores públicos al Ssmo. Sacramento dispuesta por el Obispo de Buenos Aires, por temor a las ofensas de los herejes, hace Santiago de Liniers a la Virgen del Rosario, de lanzarse a su amparo a la aventura de la Reconquista, consagrándole anticipadamente las banderas que espera conquistar al enemigo;
· la numerosa tropa de hombres, mujeres y niños que rodean a nuestras fuerzas en su avance reconquistador, que hacen tambalear el ánimo valiente de Beresford;
· el escapulario que muchos visten, que asume características de distintivo de alto simbolismo mariano, que hace decir al mismo Beresford que quisiera encontrarse cara a cara “con los del escapulario”;
· una mujer conocida como la Tucumanesa será nombrada subteniente por el Rey en premio a haber eliminado en la pelea a un soldado inglés y capturado su fusil;
· niños de 10 años para arriba prestan servicios fundamentales: rompen sus ponchos para fabricar tacos para los cañones, hacen de espías, disparan un cañón cuando el artillero cae herido y gritan a pulmones llenos “¡viva España, viva España!”;
· jóvenes de 15 años , después del combate, informan a Liniers de sus hechos de armas y le piden conformar la compañía de Jóvenes de la Reconquista de esta capital, lo que es aceptado;
· la lucha sin cuartel que se entabla desde las casas de familia, convertidas en baluartes ofensivos y defensivos;
· los sermones que, revirtiendo cierta tendencia acomodaticia del clero regular, que con honrosas excepciones había sido en un principio excesivamente complaciente, predican la legitimidad de la guerra y prometen el socorro de la Virgen;
· el reconocimiento público manifestado en incontables documentos, sermones, coplas y la altamente significativa donación de las banderas a la Virgen del Rosario de la Reconquista y Defensa de Buenos Aires. Palabras más o menos parafrasean al Senado de Venecia después de Lepanto: “non armas, non virtus, non duces, sed Maria Virgo victores nos fecit”: “ni las armas, ni la fuerza, ni los comandantes, sino la Virgen María es quien nos hizo victoriosos”.
En la II Invasión, el carácter de guerra por la Fe, el Rey y la Patria se acentúa.
En Córdoba, el Cabildo pide al Prior de Santo Domingo que se realice la “solemne procesión con la milagrosa imagen (de N.S. del Rosario del Milagro) ...para alcanzar victoria contra los enemigos del Estado y nuestra Religión” (Bruno, ibid., p. 99).
Al conocerse la caída de Montevideo, el 6 de febrero de 1807, la multitud se enardece en Buenos Aires “clamando y diciendo a voces que todos querían ir a reconquistar la plaza de Montevideo, y (que) estaban prontos a derramar toda su sangre para conservar al Rey sus dominios, y que en parte alguna se extinga la religión de Jesucristo que profesaron sus mayores” (ibid., 101). Un emisario inglés queda asombrado ante el espectáculo de “gente que cubría los castillos particulares y el entusiasmo que desplegaban a gritos” (ibid., p. 104).
El hecho simbólico que determina la victoria es la toma de Santo Domingo. El prior niega a los patriotas el acceso a la torre, tal vez por no imaginar que el vacío sería llenado por el enemigo, con pérdida de vidas para los frailes que caerían atravesados por sus bayonetas.
El perjuro Tte. Cnl. Pack cumple el anhelo de los ingleses de recuperar las banderas de la I Invasión entregadas a la Virgen, que expone en la torre de la Iglesia. Desde allí “nos hacían un fuego dominante y cierto”, protegidos por los muros y parapetados de colchones y muebles. Pero “María Santísima dirigía nuestras balas”, dice la Relación de la Defensa (ibid., p. 107). Después de un encarnizado combate, los herejes son derrotados; tan sólo el amparo del prior salva a Pack del furor de los patriotas.
Lo que más electrizó los ánimos –dice el P. Cayetano Bruno- fue la recuperación de las banderas dedicadas a Nuestra Señora del Rosario.
Setenta religiosas catalinas que están rezando por el triunfo de las armas católicas son invadidas por los ingleses “impíos” y se disponen al martirio. Hay profanación del templo y de la clausura, una mano sacrílega despedaza el sagrado rostro de la soberana reina y madre santísima del Rosario, y la efigie del patriarca Santo Domingo es degollada (carta de la madre priora Teresa de la Ssma. Trinidad); pero la Virgen las ampara y un sargento inglés pasa dos días seguidos protegiéndolas de la soldadesca. Finalmente serán liberadas tras recios combates en los que muere el 90 por ciento de los invasores y aliviadas por la solicitud de las nobles figuras del Alcalde Alzaga y del Reconquistador Liniers.
Las calles de Buenos Aires se transformaron en esas jornadas de julio en “sendas de muerte” para el enemigo de la Fe. Como en la invasión napoleónica a España, comenta el P. Bruno, “la superior potencia de los ejércitos invasores se estrella (aquí) y desvanece sin gloria al contacto del alma popular, que lucha por lo más sagrado de su patrimonio” (ibid., p. 113).
El general derrotado, Whitelocke, tratará de justificarse alegando en su país que esperaba “encontrar una gran porción de habitantes preparados a secundar nuestras miras; pero resultó ser un país completamene hostil, en el cual ni por conciliación ni por interés no nos era posible dar con un amigo que nos ayudase, aconsejase ni proporcionase los datos más insignificantes”. El Tte. Cnl. Duff atestiguará que “estaba en medio de una ciudad donde todos eran enemigos, todos armados, desde el hijo de la vieja España hasta el negro esclavo” (ibid., p. 113). Fue, para la mayor potencia naval de la época, la “Reina de los Mares”, según reconoció el fiscal inglés, una “dehonra de las armas británicas” y un “inesperado y sin igual desastre”.
Los sermones, discursos y fiestas públicas certificaron el reconocimiento de que este desastre sin igual de los enemigos de la Fe católica fue obra de María Santísima: “Ella hizo caminar el terror delante de nuestras tropas... tomó a su cuidado la constancia con que debían sostenerse en medio de los peligros...los rodeó de su fuerza y ...puso a su frente al inmortal Reconquistador” (oración del Deán Gregorio Funes; ibid., p. 114).
“Impresionó vivamente", expresó un testigo, “el haberse verificado la victoria el primer domingo del mes de julio, día consagrado a Nuestra Señora del Rosario, a quien estaban votadas las banderas inglesas, que venían los enemigos con ánimo de rescatar...” (ibid., p. 115). El Cabildo dejó constancia de su “humilde y perpetuo reconocimiento a aquella soberana Madre, cuya poderosa mediación fue sin duda el más poderoso agente para su logro”.
En la medida en que el pueblo argentino sea fiel a la Fe católica y se encomiende a María Santísima en las horas de peligro, ningún enemigo interno y ni externo podrá doblegarlo.
Luis Mesquita Errea
Apuntes para "Siglos de Fe en Argentina y América preanuncian un futuro glorioso" , ponencia a ser presentada en las II JORNADAS de CULTURA HISPANOAMERICANA por la CIVILIZACION CRISTIANA - Cabildo histórico de Salta, 8 y 9 de septiembre de 2006

jueves, agosto 03, 2006

Avances de las II Jornadas de Cultura Hispanoamericana por la Civilización Cristiana

Como preparación para las II Jornadas de Cultura Hispanoamericana a realizarse en el histórico Cabildo de la ciudad de Salta los días 8 y 9 de septiembre próximos, iremos presentando resúmenes de algunas de las ponencias que serán desarrolladas durante las mismas. Recrodamos a todos los interesados en asistir, que pueden contactarse para mayor información a: civilizacioncristianaymariana@gmail.com


La antropología y la visión epifenoménica de Dios.
Crítica al secularismo científico
Promediando la carrera de Antropología me surgieron varios malestares que redundaban en la cada vez creciente imposición de paradigmas materialistas y racionalistas que buscaban (antes demanera solapada, ahora con abierta impunidad) sacar de todo ámbito de discusión la existencia de Dios. En este ámbito científico, toda manifestación divina es tomada de dos formas: 1. Se la niega completamente, reduciendo todo tipo de conocimiento al dominio de la ciencia, y toda forma de acceder a laverdad, al método científico. 2. Se la sitúa como un reflejo de la base material, como una prolongación etérea de los mecanismos que regulan la producción de la existencia material y la asignación de objetos dentro de una sociedad (tal, la concepción de K. Marx, según la cual laInfraestructura, la producción de bienes y las relaciones entre personas en base a la propiedad de los medios de producción y el acceso al resultado del trabajo, condiciona y delimita la Superestructura, creencias religiosas, ideología y aparato jurídico-político). La primera concepción saca de plano cualquier tipo de posibilidad de aceptación de una creencia, mientras que la segunda concede a las creencias religiosas una condición secundaria, epifenoménica, de un dominio individual sin ninguna relación con la vida cotidiana. Esta es la posición que, a grandes rasgos, ha adoptado triste, y paradójicamente la antropología. Me refiero a este proceder como triste porque decidir abrazar la ciencia como medio de vida, algo que he elegido, significa enfrentarse con posturas hondamente enraizadas en el pensamiento moderno que hacen de esta noble disciplina científica, instrumento político de imposición de falsas verdades; verdades tomadas como universales en base al prestigio que tiene la ciencia en nuestros días, en contraposición, según el punto de vista dominante, con la obsolescencia de la vida en Dios. Paradójicamente, porque es en la antropología en donde fe y razón encuentran un punto de unión indisoluble. Desarrollaremos momentáneamente dicha idea. La falsa dicotomía entre fe y razón ha sido larga y certeramente perimida en los últimos tiempos por S. S. Juan Pablo II (en su célebre encíclica Fides et Ratio) y por su actual sucesor, Benedicto XVI,quien ya desde su labor cardenalicia mostraba como falsa tal oposición. Sin embargo, la que tendría que ser la más humanística de las ciencias, la antropología, ha hecho oídos sordos a todo cuestionamiento de esta falacia. Abundan en la actualidad trabajos antropológicos que conciben al hombre como un ser económico (homo economicus), una pieza racional de la maquinaria productiva sin mas sentimiento que el afán de lucro. Es también paradigma de la postmodernidad antropológica, la visión del homo informaticus, del ente computador-dependiente que encuentra su razón de ser en los avances tecnológicos y en la falsa sensación de cercanía e intimidad que el ciberespacio le ofrece. El homo academicus, por su parte, quien busca la satisfacción de sus necesidades a través de la ascensión por los escalafones de la educación formal, es también objeto de largos diletantismos pseudo-científicos. Entonces se reduce al hombre a las necesidades biológicas y de sociabilización, enajenándolo de lo que lo hace humano, su vida espiritual. Para la antropología materialista (heredera del materialismo histórico, como método de la Historia, y el materialismo dialéctico,como método filosófico) lo que nos hace humanos es una cuestión de grado: sostienen que todas las actividades del ser humano ya se han repetido en otros órdenes naturales. Así, por ejemplo, si antes éramos únicos por nuestra capacidad también única de fonación y comunicación, según el materialismo hemos sido desbancados por el Australopithecus Africanus (antepasado delGénero Homo), el delfín o varias subespecies de hormigas africanas o abejas, con extraordinarias capacidades de transmisión de ideas y socialización. Si pensábamos que nuestro distintivo era la producción de instrumentos para facilitar nuestra relación con el medio ambiente,para el materialismo los chimpancés modernos, que transforman ramas y palos en aguzadas herramientas para agujerear termiteros, desbancan nuestras ínfulas de originalidad. Es por eso que gran parte de la antropología moderna no puede definir nuestra condición humana más que en una cuestión de grado: según ésta somos los primates mas complejos por obra del azar; mecanismo que podría haber beneficiado a cualquier ser viviente. De esta manera Dios es sacado de cualquier consideración de nuestra humanidad. El problema de desvincular a Dios de nuestra creación y de nuestra vida en general es que se aliena al hombre, lo convierte en un animal con suerte, quitándole la vida espiritual, que da sentido a toda acción emprendida por el ser humano. En su intento por ser "científica" la antropología materialista da una visión parcial y falsa del hombre. Ignora que la vida espirituales, en TODAS LAS CULTURAS HUMANAS (que paradójicamente, solo los antropólogos conocen y estudian), la que determina el curso de la historia; la que da sentido a la vida, a la organización social, a las labores productivas.
Pablo Mignone